Avances Científicos De La Medicina:
El primer paso de tratamiento debe ser la disminución en la ingesta de líquidos antes de acostarse, y la moderación en el consumo de alcohol y de cafeína.
Los alfa bloqueantes (a1-receptor adrenérgico antagonistas) proveen alivio sintomático de los síntomas de la HBP relajando la musculatura lisa de la próstata y el cuello de la vejiga disminuyendo el grado de bloqueo en el flujo de orina. Las drogas disponibles incluyen la doxazosina, la terazosina, alfuzosina, tamsulosina. Viejas drogas, como fenoxibenzamina y prazosina no son recomendables para tratar HBP. Sin embargo, los alfa bloqueantes pueden causar eyaculación retrógrada dentro de la vejiga.
Los inhibidores de 5a-reductasa como el finasteride (que también se emplea para prevenir la caída del cabello) y dutasteride son opciones de tratamiento que atacan las causas del problema (el exceso de dihidrosterona). También puedes emplearse más efectivamente junto con los alfa bloqueadores. Existen estudios que sugieren evidencias sobre la eficacia de Serenoa repens (Palmito salvaje, o Saw Palmetto en inglés) para aliviar síntomas medios a moderados de HBP; una de ellas encontró una eficacia comparable del finasteride. Otras hierbas medicinales que pueden tener efectos positivos son el Hypoxis rooperi (pasto estrella) y pygeum (extraído de la corteza de Prunus africana).
Generalmente cuando falla el tratamiento se requiere de cirugía para corregir esta condición de la Próstata, esta puede ser mediante la recesión transuretral de próstata (RTP), en la cual se elimina parte de de la próstata a través de la uretra. Sin embargo hay métodos alternos y nuevos procedimientos están en estudio.
Entre las nuevas técnicas quirúrgicas que pueden ser alternativas están:
La radioterapia implica el uso de rayos X de alta energía o partículas como protones usados para destruir las células de cáncer y reducir los tumores. En la actualidad este tipo de tratamiento se está convirtiendo en una ciencia más refinada que simplemente apuntar y disparar. “Con la radioterapia de intensidad modulada, somos capaces de dividir los beams [rayos] en lotes de diferentes beamlettes cada uno con una intensidad ligeramente diferente, por lo que los beams de mayor intensidad alcanzan las áreas más gruesas de la próstata y los beams de menor intensidad cubren las áreas más delgadas”, dijo el doctor Andrew Lee, profesor asociado de radiación oncológica del Centro para el Cáncer MD Anderson de la Universidad de Texas en Houston. “Con los protones también podemos administrar la radiación con más control dentro del paciente. Esto resulta en una dosis alta para la próstata y una dosis menor para las áreas más sensibles como la vejiga y el recto.